Will of Stone
Doña Maura's source of livelihood is in serious danger: the 47-year-old woman may lose her land. The foreign company TransCanada won the bid to build and operate the Tuxpan-Tula gas pipeline: a 250-kilometer system that will pass through Veracruz, Puebla, Hidalgo and the State of Mexico.
The route of the Tuxpan-Tula gas pipeline passes through the Otomí town of Chila de Juárez, Puebla, birthplace of Doña Maura, her husband Salvador and their three children. His family depends completely on his corn and peanut crops: a significant portion of the harvest is for self-consumption, and what little is left is sold. “Our land is very valuable; we eat from it, we sow in it, and without it, we cannot continue.”
The construction of this mega-project will require excavating a significant portion of Doña Maura's land, and she was promised that everything would be 'left in place' after the pipeline installation. She doesn't believe them; she knows that after the gas pipeline is installed, she won't be able to farm there again.
Doña Maura and the other residents of Chila de Juárez have organized to protect their heritage. She is determined not to leave her village because she was born there, grew up there, and will stand in defense of her land.
The route of the Tuxpan-Tula gas pipeline passes through the Otomí town of Chila de Juárez, Puebla, birthplace of Doña Maura, her husband Salvador and their three children. His family depends completely on his corn and peanut crops: a significant portion of the harvest is for self-consumption, and what little is left is sold. “Our land is very valuable; we eat from it, we sow in it, and without it, we cannot continue.”
The construction of this mega-project will require excavating a significant portion of Doña Maura's land, and she was promised that everything would be 'left in place' after the pipeline installation. She doesn't believe them; she knows that after the gas pipeline is installed, she won't be able to farm there again.
Doña Maura and the other residents of Chila de Juárez have organized to protect their heritage. She is determined not to leave her village because she was born there, grew up there, and will stand in defense of her land.
La fuente de sustento de doña Maura está en grave peligro: la mujer de 47 años puede perder su terreno. La empresa extranjera TransCanada ganó la licitación para construir y operar el gasoducto Tuxpan-Tula: un sistema de 250 kilómetros que pasará a través de Veracruz, Puebla, Hidalgo y el Estado de México.
La ruta del gasoducto Tuxpan-Tula pasa por el pueblo Otomí de Chila de Juárez, Puebla, lugar de nacimiento de doña Maura, de su esposo Salvador y de sus tres hijos. Su familia depende por completo de sus cultivos de maíz y cacahuate: gran parte de lo cosechado es para autoconsumo y lo poco que sobra, se vende. “Nuestra tierra es muy valiosa, por ella comemos, por ella sembramos y sin ella no podemos seguir”.
Para la construcción de este megaproyecto será necesario excavar gran parte del terreno de doña Maura, a quien le prometieron dejar todo “en su lugar” después de la instalación del ducto. Ella no les cree; sabe que después de la instalación del gasoducto no podrá volver a cultivar ahí.
Doña Maura y los demás habitantes de Chila de Juárez se organizaron para proteger su patrimonio. Ella está decidida a no moverse de su pueblo, porque ahí nació, ahí creció y ahí se quedará, en pie de lucha por su tierra.
La ruta del gasoducto Tuxpan-Tula pasa por el pueblo Otomí de Chila de Juárez, Puebla, lugar de nacimiento de doña Maura, de su esposo Salvador y de sus tres hijos. Su familia depende por completo de sus cultivos de maíz y cacahuate: gran parte de lo cosechado es para autoconsumo y lo poco que sobra, se vende. “Nuestra tierra es muy valiosa, por ella comemos, por ella sembramos y sin ella no podemos seguir”.
Para la construcción de este megaproyecto será necesario excavar gran parte del terreno de doña Maura, a quien le prometieron dejar todo “en su lugar” después de la instalación del ducto. Ella no les cree; sabe que después de la instalación del gasoducto no podrá volver a cultivar ahí.
Doña Maura y los demás habitantes de Chila de Juárez se organizaron para proteger su patrimonio. Ella está decidida a no moverse de su pueblo, porque ahí nació, ahí creció y ahí se quedará, en pie de lucha por su tierra.
